Tu vas et tu viens.

sábado, 20 de octubre de 2007

Estoy en ese momento estúpido de la vida en que el karma te juega a favor. Es el momento en que todo se pone amarillo y el foco de luz te ciega, al punto en que no ves la maldita piedra, de hecho, te da lo mismo verla, no verla, saber o no si está ahí, lista para engañarte y hacerte tropezar. Simplemente, todo margen de error queda guardado, casi olvidado, en la buena parte del alma, la parte que perdona, olvida y hace como si nada hubiera ocurrido.

Es el momento en que el carrito de la montaña rusa está justo en el punto más alto del juego, y te morís por que llegue el momento de descender vertiginosamente al vacío. No tenés idea de qué vas a sentir ni qué exactamente va a ocurrir. Tampoco estás muy seguro si querés bajar o si querés permanecer arriba, estático pero seguro. Es un sí y no constante, pero según mi experiencia, es mucho más entretenido cerrar los ojos y dejarse caer un rato.

Es imposible disimular, fácil caer en la felicidad, e increíble intentar analizarlo todo. Te das cuenta que nada tiene sentido.
Definitivamente, no tengo la menor idea de qué está pasando ahí adentro, pero ya nada es igual.

0 comentarios: